
Ante todo decir que desde siempre sentí poca simpatía por los dentistas, pero una vez que me mudo a Santiago necesito recurrir a sus servicios y descubro Pazos & Couto. Después de varias intervenciones más pequeñas y gracias a la confianza adquirida con el personal de la clínica, me lanzo y me decido a realizar el tratamiento Invisalign para mejorar mi dentadura. Solo puedo decir que estoy encantado, tanto con el resultado final como con el proceso. A la profesionalidad y amabilidad hay que sumar que todas las intervenciones a lo largo del proceso suelen ser muy cortas(esto siempre ayuda) e indoloras. Recomendado 100%!